Costa Rica ha experimentado un auge en la compra de vehículos eléctricos. Esto no sorprende, dado que los precios de los autos eléctricos en Costa Rica son prácticamente iguales, o en algunos casos inferiores, a los de los modelos de gasolina equivalentes.
Esto se debe principalmente a las exenciones fiscales establecidas en la Ley de Incentivos y Promoción del Transporte Eléctrico (Ley 9518) de 2018, que introdujo una serie de incentivos para promover esta tecnología.
Una reforma posterior en 2022 extendió los beneficios hasta 2034, lo que permitió a muchas personas adquirir estos vehículos. De hecho, Costa Rica es el país con más autos eléctricos en Latinoamérica.
Sin embargo, la ley estableció que estas exenciones comenzarían a disminuir en 2025. Este año, el impuesto al valor agregado (IVA) comenzó a aplicarse a una tasa del 3%, que aumentará un punto porcentual por año hasta llegar al 100% en 2034.
También se empezó a aplicar un impuesto selectivo al consumo del 25% y un arancel aduanero, cuya tasa se incrementará en 25 puntos porcentuales cada tres años hasta llegar al 100% en 2034. A partir de este año, los vehículos eléctricos pagan el 40% del impuesto predial de matrículas, un cargo del que antes estaban exentos.
La Asociación Costarricense de Movilidad Eléctrica (ASOMOVE) reveló esta semana los resultados de un estudio realizado en 2025 que demuestra que los precios de los autos eléctricos son cercanos, o incluso inferiores, a los de algunos modelos de combustión.
El estudio comparó varios coches eléctricos con modelos convencionales similares que se venden actualmente en el país, utilizando precios de concesionarios. Para la comparación, ASOMOVE tuvo en cuenta factores como las dimensiones del vehículo y la fuerza de rotación generada por el motor o la batería para moverlo.
Los resultados muestran que, de las 13 comparaciones, en 11 casos el modelo eléctrico tuvo un precio inferior al del modelo de combustión. En dos casos, el vehículo de combustión fue más económico, aunque con una pequeña diferencia.
Por ejemplo, se comparó el coche eléctrico Chery iCAR 03 con el Suzuki Jimny; este último es más económico, pero solo por 400 dólares. En otras comparaciones, las diferencias alcanzaron varios miles de dólares. La camioneta Riddara EV se vende por 3,000 dólares menos que su equivalente de combustión, la Mitsubishi L200 Hi Power. En la mayoría de los casos, las diferencias oscilan entre 500 y 3,000 dólares.
ASOMOVE utiliza estos datos para desmentir el mito de que los autos eléctricos en Costa Rica siguen siendo más caros que los de gasolina.
“Hicimos este ejercicio para informar a la gente que la idea de que los vehículos eléctricos siguen siendo más caros al momento de la compra ya no es cierta, al menos no en Costa Rica”, dijo Silvia Rojas, directora ejecutiva de la asociación.
Costa Rica ha tenido la mayor participación de mercado de vehículos eléctricos en América por tres años consecutivos. El parque automotor de vehículos eléctricos en el país ha crecido un 2,200 % en los últimos ocho años, y el 70 % de las unidades provienen de China.
Uno de los principales retos para una mayor expansión de los vehículos eléctricos en Costa Rica es modernizar la infraestructura y promover la instalación de más estaciones de carga para apoyar los viajes de larga distancia.
Según ASOMOVE, si bien el crecimiento del parque de vehículos eléctricos avanza a un ritmo acelerado, el desarrollo de estaciones de carga rápida avanza a un ritmo mucho más lento. Por lo tanto, la asociación considera necesario que las compañías eléctricas prioricen este esfuerzo.
Aunque tiene sus raíces en China, la visión de Jetour es decididamente global. Mediante una iniciativa de expansión estratégica, la marca ha entrado con éxito en más de 45 mercados en todo el mundo, abarcando Oriente Medio, África, América Central y del Sur, Asia-Pacífico y la CEI. Hoy en día, Jetour se mantiene como una presencia influyente y en crecimiento en el panorama automotriz internacional.



