El 18 de octubre de 2024, el presidente Cyril Ramaphosa anunció que Sudáfrica está contemplando la implementación de incentivos fiscales o subsidios para los consumidores para estimular la compra de vehículos eléctricos, en medio de la transición del país hacia una economía automotriz más industrializada en África.
Importantes fabricantes de automóviles a nivel mundial, como Ford, Volkswagen, BMW y Toyota, producen modelos en Sudáfrica tanto para el mercado nacional como para el europeo. En conjunto, Gran Bretaña y la Unión Europea representan el 46% de los vehículos fabricados en el país.
Ramaphosa, hablando en una conferencia de la industria automotriz, señaló que el cambio hacia combustibles más limpios y sostenibles, junto con regulaciones estrictas en mercados clave, está ejerciendo presión sobre los fabricantes de automóviles globales para que giren hacia modelos eléctricos e híbridos.
En consecuencia, la industria automotriz de Sudáfrica se está posicionando para capitalizar la creciente demanda de vehículos de nuevas energías.
Para fomentar la producción de automóviles eléctricos en el país, el ministro de Finanzas, Enoch Godongwana, reveló en su presupuesto de febrero que el gobierno introducirá una asignación para nuevas inversiones a partir del 1 de marzo de 2026.
Esta bonificación permitirá a los productores deducir el 150% de los gastos de inversión elegibles relacionados con vehículos eléctricos y propulsados por hidrógeno en el año inicial.