
Tras casi una década de esfuerzos, Apple abandonó el año pasado su proyecto de coche eléctrico, cancelando una operación que le había costado 10 millones de dólares. En cambio, el gigante chino de la electrónica Xiaomi lanzó con éxito su primer coche eléctrico, el SU7, en tan solo tres años. En 2024, Xiaomi entregó 135,000 vehículos y pretende duplicar esa cifra este año.
Si bien el SU7 representa solo una fracción de las ventas en comparación con los principales fabricantes de vehículos eléctricos de China, ha posicionado a Xiaomi como un competidor serio en el mercado de automóviles de alta gama, desafiando el dominio de los fabricantes de automóviles extranjeros. Por ejemplo, las entregas de Porsche en China cayeron casi un 30% después del lanzamiento del SU7.
Recientemente, Xiaomi presentó el SU7 Ultra de alta gama en Pekín, junto con un modelo de smartphone de gama alta. La empresa mostró el rendimiento del coche al competir con un prototipo en el circuito alemán de Nürburgring, donde consiguió un récord como "el sedán de cuatro puertas más rápido".
Sin embargo, Xiaomi enfrenta desafíos, ya que pierde 9,200 dólares por cada vehículo entregado, mientras que Apple sigue disfrutando de márgenes de beneficio saludables, como se ve en sus resultados del cuarto trimestre. A pesar de esto, la audaz decisión de Xiaomi de ingresar al mercado de vehículos eléctricos pone de relieve su ambición de innovar y competir a nivel mundial.



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